Seguridad y consejos útiles

Recomendaciones para el uso de concentradores de oxígeno

El concentrador portátil está diseñado exclusivamente para movilidad, no para uso permanente. Para garantizar un mejor rendimiento en el hogar, se recomienda utilizar un concentrador fijo, lo que permite aprovechar al máximo ambos dispositivos y prolongar la vida útil de las baterías.

Precauciones en el uso de oxígeno

• El oxígeno es un medicamento, y solo su médico conoce sus necesidades específicas. No modifique el flujo prescrito, aunque sienta la necesidad de hacerlo.  
• Aunque el oxígeno no es combustible, intensifica cualquier llama. Manténgalo alejado de fuentes de calor, llamas abiertas y cigarrillos.  
• No utilice grasas para lubricar las roscas de los manómetros.  
• Evite fumar, ya que además de representar un riesgo, el tabaco es perjudicial para su salud.  
• Tenga cuidado con las visitas para evitar que tropiecen con la cánula de oxígeno.  
• Cuando no esté en uso, cierre la salida de oxígeno o apague el concentrador.  
• Si su nariz o labios se resecan, use crema de cacao o vaselina para hidratarlos.  

Cuidado de los equipos

• Los dispositivos eléctricos cuentan con un filtro de polvo, similar al de un aire acondicionado. Revíselo periódicamente y lávelo con un detergente suave.  
• Las máscaras, cánulas y tubuladuras pueden lavarse por separado con el mismo detergente.  
• Nunca utilice alcohol para la limpieza de los equipos.  

Links de Interés

Asociación Argentina de Medicina Respiratoria

www.aamr.org.ar

Fundación Argentina de Asistencia al Paciente con EPOC

www.fundepoc.arg

Uso y seguridad del oxígeno

El oxígeno es un medicamento, y solo su médico conoce sus necesidades específicas. No modifique el flujo prescrito, incluso si siente la necesidad de hacerlo.

Precauciones de seguridad

• Aunque el oxígeno no es combustible, aviva cualquier llama. Manténgalo alejado de fuentes de calor, llamas abiertas y cigarrillos.  
• No utilice grasas para lubricar las roscas de los manómetros.  
• Evite fumar, además de ser peligroso, el tabaco es perjudicial para su salud.  
• Preste atención a las visitas para evitar que tropiecen con la cánula de oxígeno.  
• Cierre la salida de oxígeno o apague el concentrador cuando no esté en uso.  
• Si su nariz o labios se resecan, use crema de cacao o vaselina para hidratarlos.  
• IMPORTANTE: Solicite la reposición de su termo de oxígeno con suficiente antelación. En caso de viajar, consulte las alternativas disponibles.  

 Cuidado de los equipos

• Los equipos eléctricos cuentan con un filtro de polvo, similar al de un aire acondicionado. Revíselo periódicamente y lávelo con un detergente suave.  
• Las máscaras, cánulas y tubuladuras pueden lavarse por separado con el mismo detergente.  
• Nunca utilice alcohol para la limpieza de los equipos.  

Manipulación del termo de oxígeno líquido

• El termo de oxígeno líquido es un equipo pesado y debe manipularse con extremo cuidado. Ubíquelo siempre en un lugar seguro, evitando zonas de tránsito donde pueda representar un riesgo.

Instrucciones de llenado

• Siga cuidadosamente las indicaciones proporcionadas por su técnico instalador.  
• Durante la transferencia del termo grande a la mochila, es normal que se genere evaporación y ruidos propios del proceso de carga.  
• Recuerde que el oxígeno líquido es extremadamente frío, alcanzando temperaturas de -184°C.  

Links de Interés

Asociación Argentina de Medicina Respiratoria

www.aamr.org.ar

Fundación Argentina de Asistencia al Paciente con EPOC

www.fundepoc.arg

Adaptación a la terapia con CPAP o BiPAP

Es fundamental que haga un esfuerzo para adaptarse a esta terapia, ya que su uso le ayudará a respirar mejor durante el sueño, evitando interrupciones y permitiéndole descansar adecuadamente. Como resultado, mejorará su memoria, rendimiento laboral y calidad de vida.

Los dispositivos funcionan con presiones muy bajas, mucho menores que la presión que ejercemos al toser o estornudar.

En caso de corte de luz o desplazamiento de la máscara, no se preocupe, seguirá respirando normalmente.

Si experimenta sequedad o irritación nasal, consulte con su médico.

Si el aire que recibe está demasiado frío, coloque la tubuladura bajo la manta.

Si sus ojos se irritan, revise el ajuste de la máscara.

Ante problemas como sinusitis, infecciones nasales o dolor de oídos, consulte con su médico antes de continuar usando el equipo.

Cuidado de los equipos

Los dispositivos eléctricos cuentan con un filtro de polvo, similar al de un aire acondicionado. Revíselo periódicamente y lávelo con un detergente suave.

Las máscaras y tubuladuras pueden lavarse por separado con el mismo detergente. Nunca utilice alcohol para la limpieza.

Higiene del sueño

La voluntad y la disciplina son esenciales para una buena higiene del sueño, un enfoque recomendado por los especialistas en medicina del sueño. Se trata de modificar ciertos hábitos que favorecen el descanso, evitando en muchos casos la necesidad de consumir medicamentos.

Aquí algunas recomendaciones para dormir mejor:

• Mantenga horarios regulares para acostarse y levantarse, ayudando a estabilizar los ritmos biológicos.
• Evite utilizar la habitación para otras actividades como estudiar, mirar televisión o usar el teléfono.
• Realizar ejercicio suave durante el día (caminar, nadar, pasear en bicicleta) favorece la relajación previa al sueño.
• Un baño caliente o una actividad rutinaria antes de dormir puede predisponerlo a un descanso reparador.
• Espere al menos dos horas después de cenar antes de acostarse.
• Evite cafeína y estimulantes como café, té, mate, cacao y bebidas cola después de las 18:00.
• Evite el alcohol al menos seis horas antes de acostarse.
• Mantenga la habitación en silencio y con poca luz para favorecer el descanso.
• La cama debe ser cómoda y la temperatura constante; idealmente, fije el aire acondicionado a 24°C.
• Establezca rutinas diarias para todas sus actividades y manténgase lo más ajustado posible a ellas.
• Duerma el tiempo suficiente para sentirse bien al despertar.
• Cene liviano y a la misma hora todos los días.
• Interrumpa el estrés durante el día con pequeñas pausas de diez minutos para respirar profundamente, meditar o practicar relajación o yoga.

Lave la máscara y el vaso nebulizador con una solución suave de detergente y antiséptico. Enjuague con agua corriente y deje secar completamente antes de su próximo uso.

Si utiliza solución fisiológica en frasco, recuerde que, una vez abierta, tiene una duración de 7 días cuando se conserva en la heladera.

El lavado de manos con agua y jabón es una de las formas más efectivas y accesibles para prevenir enfermedades diarreicas y respiratorias, responsables de numerosas muertes infantiles en el mundo.

Las manos están en contacto constante con objetos, personas y superficies donde pueden acumularse gérmenes perjudiciales. Si no se lavan adecuadamente, se pueden transmitir bacterias, virus y parásitos, ya sea por contacto directo (tocando a otra persona) o indirectamente (a través de superficies contaminadas).

¿Cuándo es fundamental lavarse las manos?

- Antes y después de manipular alimentos o amamantar.

- Antes de comer o beber, y después de manejar basura o desperdicios.

- Después de tocar alimentos crudos y antes de manipular alimentos cocidos.

- Tras ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar, y luego de cambiar pañales.

- Después de tocar objetos potencialmente contaminados, como dinero, llaves, pasamanos, etc.

- Al llegar a casa, al trabajo o a la escuela desde el exterior.

- Antes y después de atender a alguien enfermo o curar heridas.

- Después de haber estado en contacto con animales.

Lavarse las manos correctamente es una acción simple, pero puede marcar una gran diferencia en la protección de la salud.

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Por eso, es importante lavarse las manos:

• Antes y después de manipular alimentos y/o amamantar.

• Antes de comer o beber, y después de manipular basura o desperdicios.

• Después de tocar alimentos crudos y antes de tocar alimentos cocidos.

• Después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar y luego de cambiarle los pañales al bebé.

• Luego de haber tocado objetos “sucios”, como dinero, llaves, pasamanos, etc.

• Cuando se llega a la casa de la calle, el trabajo, la escuela.

• Antes y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas.

• Después de haber estado en contacto con animales.

https://www.argentina.gob.ar/salud/dengue